Vietnam, 4 de abril de 1914
París, 3 de marzo de 1996 seudónimo de Marguerite Donnadieu,
novelista, guionista y directora de cine francesa.
La propia vida de la escritora es una novela sobre la que ella ha escrito incesantemente. La destrucción, el amor, la alienación social, son palabras clave en la vida de Marguerite Duras que se detectan en toda su obra. Una historia tormentosa, de soledad y escritura, de palabras y de silencios, de deseos fulgurantes también. Un personaje ineludible, en la vida de Marguerite Duras: su madre. El desamor maternal marcó toda su vida e hizo de ella un personaje controvertido en el que se entremezclaban las exigencias del corazón y los caprichos del cuerpo; impetuosa y obstinada, tuvo tantos detractores como seguidores de sus obras.
Es difícil definir su personalidad: iracunda o dulce, genial o narcisista, pero hay que creerla cuando asegura: "Yo soy una escritora, no vale la pena decir nada más". De hecho, C'est tout, de 1995, fue su último texto.
Entrevista: Marguerite Duras
Para que el mundo sea soportable, es necesario exorcizar las obsesiones, pero la escritura puede, tanto esconderlas como develarlas. Entonces Duras tantea, repite una y otra vez, busca la palabra justa, "prueba" escribir, como se prueba amar aún sabiendo que nunca se logrará totalmente. Marguerite decía: "Escribir es tratar de saber lo que uno escribiría si uno escribiera". Sus novelas se ordenan alrededor de una explosión central, un instante de violencia que da paso al discurso: Hiroshima y el amor, la muerte y el deseo psíquico simbólicamente entremezclados "Destruir, dice ella". Y esta frase se asemeja a la música,vuelve siempre, es la variación infinita sobre un tema, es letanía y celebración, control y desenfreno.
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