Julien Mauve ha elegido una luz poco usual para fotografiar a los modelos de su último trabajo
‘Lonely Window’. Se trata de la luz blanquecina que nace de una pantalla de ordenador, un brillo que a diario alumbra nuestros rostros pero que no se suele apreciar como artístico. En este caso, sirve para reflejar exactamente lo que este fotógrafo parisino buscaba: ponerle cara a la soledad a la que nos enfrentamos por culpa de las nuevas tecnologías y de internet. Para muchos, la pantalla del ordenador se ha convertido en guía, compañera y amiga. Pero muchas veces es, a la vez, una barrera insalvable.
¡Espectacular! Una genialidad. Un beso :)
ResponderEliminarjajaja como la vida misma..
ResponderEliminarbeso a media luz para ti! guapo!
;)