7/2/15

Jeroglíficos... en Barcino ... "Dicen que tocar el caparazón de la tortuga, garantiza suerte para una buena temporada"

Es curioso pero es verdad....


En Barcelona hay una tortuga misteriosa.... pero no te preocupes, es de piedra y tan pequeña y discreta que si has pasado por delante es posible que haya pasado desapercibida. Se encuentra en un relieve de piedra, formando parte de la decoración del buzón de la  Casa de l'Ardiaca, una casa originaria del siglo XII que se encuentra en el corazón del Barri Gòtic, junto a la Catedral de Barcelona, y que presenta detalles arquitectónicos propios del renacimiento italiano. Esto es debido a una reforma que llevó a cabo, al final del siglo XV, Luis Desplà y de Olmos, arcediano de Barcelona y responsable de que quedara bautizada con este nombre y del aspecto nobiliario que la caracteriza.


La Casa de l'Ardiaca, que es sede del archivo histórico de la ciudad desde 1919, ha tenido diversas utilidades a lo largo de los años. Inicialmente se estrenó como residencia de la jerarquía eclesiástica y, más adelante, tras la desamortización, se utilizó como centro político, juzgado y taller de artistas, hasta que finalmente se convirtió en el Colegio de Abogados antes de que pasara a tener su uso actual.

Precisamente de la época en que funcionó como Colegio de Abogados nació la curiosa del buzón en la entrada de estilo modernista, obra de Lluís Domènech i Montaner. Si vas a la Casa l'Ardiaca, en la calle de Santa Llúcia, 1, la encontraras en el lado derecho de la puerta de entrada aludiendo a la justicia.



El buzón es rectangular y está formado por los relieves esculpidos en mármol blanco de una hiedra de siete hojas, cinco golondrinas, el escudo del Colegio de Abogados de Barcelona y la tortuga misteriosa. La historia de la tortuga responde a una interpretación insólita del arquitecto Domènech i Montaner, que alega a que la justicia camina a paso de tortuga. El resto de elementos que aparecen completan la carga de simbolismo. Según él, las golondrinas eran el símbolo que la justicia vuela alto y, en contraste, la hiedra simboliza los obstáculos burocráticos y los procedimientos administrativos.


 Al parecer, al conocer toda esta carga significativa, el decano del Colegio de Abogados no quedó muy satisfecho con el resultado. Pero después de una justificación coherente del arquitecto, se tuvo que tragar las palabras y aceptar el relevo tal como lo cortó el escultor Alfonso Juyol. La historia dice que después de escuchar la crítica, Lluís Domènech i Montaner respondió al decano con el dicho "abogados y procuradores, en el infierno de dos en dos". El relevo fue aprobado en discordia y desde entonces se puede ver en la puerta de la Casa l'Ardiaca.


 Ya sabes... cuando te pases por el buzón, tócale el caparazón...



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