12/3/16

Legends ...


Dicen que ya en tiempos antiguos había habido ermitaños en la montaña de Montserrat. Eran hombres santos que se retiraban a vivir en alguna de las muchas cuevas que se esconden entre las rocas. Renunciaban a las cosas del mundo para consagrarse a la vida espiritual, y se ve que había que hacían milagros. Esto, claro, ya pasaba mucho antes de que se construyera el monasterio.
Joan Garí era uno de esos ermitaños. Vivió en el siglo IX, en tiempos del conde Wifredo el Velloso. Por su devoción a la Virgen y por su comportamiento virtuoso era admirado de todos. Al parecer, incluso la campana de la ermita de Sant Iscle, cercana a la cueva donde vivía, repicaba alegre cuando él pasaba por delante. Esta prueba milagrosa de la pureza de alma de Garí irritaba especialmente los señores del infierno ...
De modo que, para los demonios, arrastrar abajo esta alma tan valiosa era un reto bastante goloso. Hicieron consejo, y ahora veremos qué decidieron.


Un diablo, Belial, fue enviado cerca de Garí para tentarlo. Disfrazado de ermitaño, hizo como si se le encontrara casualmente yendo por la montaña. Mintió diciéndole que también vivía haciendo oración en una cueva y se mostró maravillado de conocerlo, ya que la fama de Joan Garí, le dijo, era inmensa y había corrido por toda la cristiandad. "Un hombre santo como vos debería estar en la cima de la Iglesia y disfrutar de la autoridad y los privilegios que se merece" añadió.
Para encender el deseo, le hizo ver a Juan las ásperas rocas de la montaña como si fueran construcciones extrañas, mezcla fantástica de abundancia y lujo. Pero el humilde Garí, aunque esta visión le había hecho bailar la cabeza un poco, se mostró inmune a la tentación de codicia que Belial le presentaba.

Belial tempta Garí. Llegenda de Joan Garí

El infierno se dio cuenta de que se las tenía con un individuo difícil, y que por tanto había que cambiar de estrategia.
Había que jugar fuerte, y los diablos se inventaron una táctica mucho más retorcida.
En enviaron otro de ellos, de nombre Leonado por el aspecto magnífico que adopta, aunque por dentro tan podrido y chamuscado como todos sus compañeros. Este salió de bajo tierra seguido de un grupo de diablos a caballo, tomando la forma de un grupo de cazadores que desde Montserrat se dirigió a la ciudad de Barcelona siguiendo el curso del Llobregat.
Qué oscuro propósito guiaba la cabalgata frenética de estos personajes siniestros?

Lleonat i els seus. Llegenda de Fra Garí

Barcelona era en aquellos tiempos una ciudad pequeña, y la llegada ruidosa de un grupo de caballeros tan vistosos debía ser inmediatamente conocida de todos. Y aún más llevando al frente un hombre de aspecto tan noble ...
Leonado acercó enseguida al palacio del Conde y se dejó ver de su hija, la princesa Riquilda. La bella presencia y las maneras refinadas del forastero seducir a la chica. El Conde se miraba la escena como si algo no estuviera suficientemente clara, pero no fue a tiempo de intervenir cuando Riquilda se dejó abrazar por Leonado y este, al tiempo que mostraba los cuernos y las alas entre grandes risas, apoderaba de su alma.

Lleonat sedueix Riquilda. Història de Joan Garí

El diablo desapareció al instante como por hechizo, dejando atrás el buen Guifré y la joven princesa endemoniada.
Todos los esfuerzos para curar la poseída fueron en vano. Los médicos, por supuesto, no tenían nada que hacer. Pero los sacerdotes, tampoco. Ni siquiera el obispo.
Finalmente, el demonio habló por boca de Riquilda, que se puso a repetir un nombre: "Garí, Garí ... traedme con en Garí".

Riquilda endimoniada. Llegenda de Fra Joan Garí 

Al oírlo, Guifré ordenó salir sin perder tiempo. Cuando fueron ante la cueva de Garí, el Conde explicó al ermitaño lo ocurrido y añadió: "Os ruego, permita que la deje con vos hasta que su alma quede liberada".
Juan dudaba, desconcertado. Decía que no sabía nada, de exorcismos. Belial, aunque camuflado, le repetía al oído con delectación: "Y ¡qué hermosa! No la encuentra encantadora? "
"Más bella que el sol de la mañana y que todas las estrellas de la noche ..." susurró Garí. El diablo sonrió, tal vez era el único que la había sentido.

Garí i Riquilda. Llegenda de Fra Garí

Dejaron la princesa con en Garí. El demonio que la poseía se retiró muy pronto para no estorbar ...
Entonces no se sabe muy bien qué pasó, si en vivir juntos Garí y Riquilda llegaron a amarse de verdad el uno al otro, o si él un día la forzó de mala manera. El caso es que el ermitaño pecó, y enseguida se sintió horrorizado. Ya no era un hombre puro. Como había podido caer?
Y en ese momento, como si el demonio todavía le soplara al oído, se dijo: "Sí, todo ha sido por causa de ella".

Pecat de Garí. Llegenda de Joan Garí

No nos atrevemos representarnos lo que sucedió a continuación: la forma en Garí sacó la vida a Riquilda, a quien consideraba la causa de su perdición.
Al hacerlo, al querer reparar un error con otro de aún más grande, se abocó de lleno en la abyección más espantosa.
Así que la tuvo muerta a sus pies oyó una carcajada que resonaba por la cueva. Belial, su falso amigo y mal consejero, se sacaba el disfraz y le mostraba la silueta diabólica.
En Garí, aturdido y desesperado, se vio ya entre las llamas de infierno ...


Se sentía hundido en un pozo de culpa, como si la tierra la fuera chupando hacia el abismo. El pecado le parecía más reprobable por ser obra de un hombre que sabía cuál es el camino del bien y que siempre se había esforzado en mantenerse. En una nada, el inocente se había convertido en el peor de los criminales. ¿Qué más haría aún, visto que no era sino un juguete de las maquinaciones del Maligno? No lo esperaba otro destino que la condenación eterna.

El pes de la culpa. Història de Fra Joan Garí

Pero algo de luz llegó hasta las profundidades donde se encontraba. Y el perdón? "Sólo puede haber algo más grande que mi pecado, y es la misericordia de Dios" dijo en Juan Garí. Creer que Dios no podía perdonar el más miserable de los hombres sería una falta aún más grande.
Viajaría a Roma a implorar de rodillas la absolución del Papa, fuera cual fuera la penitencia que este le impusiera.
Abatido, paralizado por el remordimiento, en Garí veía a su alrededor la gente que trajinaba arriba y abajo, indiferentes al tormento que el reseca.

Buscar l'absolució. Llegenda de Joan Garí a Montserrat

En realidad, pasar desapercibido le convenía, y marchar lejos también, no sea que el Conde enviara a buscar a su hija y, al no encontrarla, el persigue para matarlo. Garí sabía que merecía la muerte, pero no antes de obtener el perdón.
Se acercaban a la capital de la cristiandad. Ya le parecía ver la luz que desde allí iluminaba el mundo como un faro.

El viatge. Llegenda de Fra Garí

El Santo Padre recibió Joan Garí y no'escoltà la confesión. "Ha cometido tan gran pecado, le dijo, que no se merecen ser tenido por hombre. Por tanto, a partir de ahora vivirá siempre más como una bestia, a ras de tierra, comiendo sólo las cosas que por tierra encontrará; no hablaréis con nadie y no os volveréis a poner derecho ni levantará los ojos hacia el cielo, ya que no sois digno de mirarlo. Y si Dios se apiada de ti y te perdona, os lo hará saber de manera que no pueda dudar ".

Penitència. Història de Joan Garí

Después de confesar, la expiación. Garí volvió a Montserrat dispuesto a pasar todos los años que le quedaran de vida arrastrando entre hierbas y bichos como un animal más. Llevaría una existencia penosa impropia de un ser humano y estaba triste, pero, sin embargo, satisfecho de poder cumplir una dura penitencia que acordaba con el mal que había hecho.

Expiació. Llegenda de Fra Garí

El tiempo fue pasando. Garí se adaptó extrañamente a su nuevo medio, hasta el punto de que la tristeza inicial dejó lugar primero a una conformidad abnegada y luego a una especie de alegría al descubrir también la grandeza del Creador en ese pequeño universo que tenía al lado de ojos , manos y pies.
El castigo se había convertido en revelación. Era esta su finalidad? Había vuelto la bondad a invadir el alma de Juan Garí?
Quizás a Dios no le interesa tanto imponer penas a un desgraciado que ha obrado mal como conseguir que éste vuelva a ser bueno ...

Sum vermis. Llegenda de Fra Garí. Montserrat

La cuestión es que, pasados ​​unos años, dicen que sed, unos cazadores encontraron en Garí mientras bebía agua en la orilla del río, lo que hacía con los ojos cerrados para no ver el cielo reflejado en el agua, tal como le había ordenado el Papa.
Se quedaron muy sorprendidos. "Nunca habíamos visto un animal como éste" se decían. Y es que, con el tiempo, la ropa de Garí se había dañado, y el cuerpo entero se le había cubierto de pelo. Todo él había cambiado hasta el punto de que no se le podía reconocer.
"Llevamos-lo al Conde!". Estaban muy satisfechos de su hallazgo, y aún más al comprobar la docilidad de Garí, que no se les resistía.

Uns caçadors troben Garí. Llegenda de Joan Garí

Llegados al palacio del Conde de Barcelona dejaron Garí dentro de una jaula, como si fuera un animal. Él lo aceptó con serenidad, como un nuevo episodio de la penitencia que aún cumplía.
Así permaneció varios días, pero la Providencia no la había dejado de lado ...
Sucedió que el conde Guifré había tenido otro hijo, el príncipe Miró, y que llegó el día de bautizarlo. A la hora del festín, y para divertir a los invitados, propusieron al Conde de exhibir ese raro animal que se habían encontrado en el bosque.
Sacaron Garí con una correa atada al cuello. Todo el mundo se maravilló. La nodriza que tenía el pequeño Miró en brazos se acercó para que el niño pudiera ver bien y entonces ocurrió el prodigio. El bebé, dirigiéndose al condenado, pronunció estas palabras: "Levántate, Garí, que Dios ya te ha perdonado!".
Todos se quedaron parados. Enseguida Guifré encaró con Joan Garí y le pidió, airado: "Vos, Garí ... dónde está mi hija? ¿Qué hicisteis? ". En Garí contarle la triste historia y ofreció el pecho a la daga del Conde, pero este se detuvo y dijo "no puedo castigar aquel a quien el Altísimo acaba de perdonar".
El ermitaño añadió que había enterrado la princesa cerca de su cueva. Guifré salió enseguida con sus hombres hacia Montserrat.

Riquilda desenterrada viva. Llegenda de Joan Garí

Cuando fueron al lugar que Garí les indicaba, comenzaron a cavar y a remover la tierra. Lo hacían con cuidado, para no dañar el cuerpo de Riquilda. Así que lo encontraron comprobaron admirados que la chica se mantenía tan bella como cuando estaba viva. El padre se acercó para abrazarla y ella abrió los ojos. Volvía a la vida!
Ante este nuevo milagro, todos los presentes cayeron de rodillas. Entonces Riquilda proclamó su deseo de retirarse a hacer vida religiosa y el noble Guifré se ofreció a construir en medio de aquellas montañas un monasterio, que ella regiría, para acoger mujeres que también quisieran consagrar su vida a Dios.
Joan Garí recobró su aspecto de antes. Volvía a ser un hombre. Dios se le había mostrado todo: el bosque, entre los bichos y delante de todos, pero sobre todo a su propio corazón. Ya no necesitaba nada y viviría aún muchos años en paz a su cueva de Montserrat.


Fuente: La historia de Fray Garí, una tradición de Montserrat.

Dibujos de Agustí Roca




Traducción en castellano Leyenda de Joan Garí : Inventari


2 comentarios:

  1. Bonita historia. Me ha gustado mucho :-D
    Es como si fuera el Antiguo y Nuevo Testamento apócrifos
    Un beso :)

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  2. pues si... el espiral nunca cesa...
    me gusta que te guste
    beso de tornillo ;)

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